Qué hago
Terapia Presencial

Hay momentos en la vida que suponen un impasse, sentimos que es momento de parar a respirar, a mirarnos, a invertir en nuestro cuidado y pedir ayuda. A veces nos sentimos agotad@s, la situación nos sobrepasa y no contamos con los recursos para atravesarla. Ofrezco un espacio de apoyo, de acompañamiento, una mirada compasiva y una escucha empática, que te tienda una mano en situaciones en las que necesites un apoyo que abarque todo el ser: cuerpo, mente, emociones y espíritu; es decir, cuando sientas y vivas un malestar psicológico.
Desde la terapia gestalt, se pone el foco no sólo en que la persona se sobreponga a ciertos síntomas, sino que se sienta más completa y creativamente viva y que libere bloqueos y asuntos inconclusos que provocan malestar psicológico e impiden la autorrealización y el crecimiento. Es una perspectiva holística de la propia psicología que integra lo afectivo, social, sensorial y espiritual.
También puede definirse como una forma existencial/experimental que enfatiza la responsabilidad personal, la conciencia y se enfoca en la experiencia del individuo en el momento presente, la relación entre terapeuta y paciente, el ambiente y contexto social de la vida de la persona y los ajustes que hace como resultado de la situación general que le rodea.
Es un acompañamiento individualizado, que tiene en cuenta en todo momento las circunstancias de la persona y se adapta a sus ritmos. Creamos entre terapeuta y paciente un espacio seguro, confidencial, de no juicio, cuidando el vínculo afectivo que se crea entre nosotr@s y que es clave para el proceso.
Estos son los preceptos esenciales de la psicoterapia de la Gestalt, propuestos por Claudio Naranjo:
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Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
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Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
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Deja de imaginar: experimenta lo real.
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Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa.
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Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
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Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
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No aceptes ningún otro "debería o tendría" más que el tuyo propio: no adores a ningún ídolo.
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Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
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Acepta ser como eres.
Adultos
La terapia individual es un espacio entre terapeuta y paciente en el que se abre un proceso creativo y personal que se ajusta a las necesidades de la persona y al momento en el que se encuentra.
El proceso terapéutico está orientado hacia la exploración y la toma de conciencia de lo que la persona hace, cómo lo hace y para qué lo hace, tratando de descubrir e integrar nuevas formas de afrontar dificultades y situaciones cotidianas.
Adolescentes
Ante situaciones de la vida cotidiana, se presentan dificultades en la conducta y en el estado emocional del adolescente, en la relación padres-hijos, con otros adolescentes, en la escuela, etc. Surgen conflictos que influyen en los vínculos afectivo-familiares; separaciones, problemas laborales, alteraciones en el sueño, cambios en los estados de ánimo, ansiedad…
La terapia ofrece un espacio de cuidado a los adolescentes y padres, que ayuda a explorar las dificultades que no están pudiendo nombrar, comprender e interiorizar, acompañándolos en su proceso, adaptando la intervención al momento emocional y evolutivo del o de la adolescente.